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01 julio 2011

poemas inventos


Alacranalado
de Jenny Gonzalez
Ala danzarina Lobato
Lúvida  
levitosa
light
Levitas
horizontal y verticalmente
Lámpara luminosa
alevosa desciendes
Lívida
alada
lejana
Lánguida alada light
Elefante fluorescente
Alacrán.

Regeneración
De Genoveva Pignataro

Animal engendrador de locura
insaciable,
me devoras y escupes mi pellejo
me regeneras minuciosamente
una y otra vez
devoras, escupes, creas, me
me creas, escupes, devoras
regenerosamente
una y otra vez
bestiante, escrupuloso
animal engenerador
por vos soy este
manojo devorado de escupijos creativos.

Cojotenado en pena
De Nora Murillo

Te quedas coyote cojoteando
mientras la noche sin luciteriagas
se burlesca de tus pedomiedos
como que no sabes que al jugaritar
con mariposas dosquetristes te condenas
¡condenado!
A vivir como cojote en pena
Sufritiando amores
De esos, que te dejan azulado.

(Sin título) De Gatoborracho

Como un ciego
sin bastón ni lazarillo,
que te repta
langulando poco a poco
cada címetro redondo
y me pierdo
como idiócil
que no encuentra
el gramófono
de goma
que genmetea.
Tú finges que estás fingiendo
pero gimes sorprefacta
y yo incauto
sonrío en tu suburbio
de gárgolas engargantadas.


La miscelgoria del itropálogo 
De Ximena de Tavira
 
No sé.
La fántida tiene un cartiplano que estormece,
la bórdica muerde, pero me gusta tanto
y cómo se mueve la malvina pentetriz:
fagulan mis rapsos al sentir su rolta galva erguida,
aunque ninguna me insolquieta como la pequeña bo,
qué haré.
Si me dejo estormecer la fántida se colará en mis guespos
y puede que la bordiquilla se coma mis nalpes por la noche.
Si me inclino hacia la pentetriz…
no, eso sería gravísimo,
los vecinos se pondrían a blanmurar acerca de mi pasión por las mangordas.
Pero, ¿la pequeña bo?,
no sería justo, pobrecita,
mejor seguir burceando
aquí, ahora,
adentro de mi dulmarga soletud
grotéstica e infauna.


2 comentarios:

  1. Para la dama de Juan Rulfo:
    Te acuerdas de mi,
    mar callado que retiene
    les olas de la vida en su mente,
    te acuerdas de aquellos,
    los dias tan desprevistos que platicamos,
    te acuedas del sueño
    que aun pretendo cumplir...
    atte.CARLOS MARIO LOPEZ M.

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  2. ¡Qué buen banquete dejaron a la mesa, no pude resistirme a probar con los ojos sus bocadillos, no me arrepiento: fue una sabrosa escritura!
    Retornaré a esta mesa para saborear una nueva ambrosía, mientras esperaré a que la preparen saciando mi hambre en otros parajes.
    Aurora: deboradora de letras

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