¡Pronto más fotos de Tallernautas cartoneros y en breve... publicaremos los libros!! No te lo pierdas

27 junio 2014

Reactivando el blog!! Un ejercicio que hice el año pasado con Meme



La habitación de los jaguares
A simple vista parece blanca la habitación, pero tiene una pizca de beige que la hace cálida. La ventana me trae niebla y una luz ligera. Puedo ver el bosque difuso, el verde ganándole al blanco estridente de la mañana. La ventana es grande y atrevida. Aquí hay dos mesas, una color café y otra color canela. Sobre las mesas hay desorden. Libros, cuadernos, lápices, películas piratas, una cinta de costurera y un rollo de papel de baño, algo arrugado, amarillento. En la mesa de al lado, la de color café, hay dos entes, uno escribe concentrado en su computadora, el otro duerme enroscado con las patas estiradas hacia la ventana, que ya le regala algo de calor. Pero aún hace frio. Frente a mi hay un mueble simple con puertitas. Está viejo y cansado. Este mueble es la cosa más llamativa del cuarto, no porque realmente valga la pena, sino por lo que sostiene. Sobre él se posan jaguares. Variedad de jaguares, de madera, lana, piedra, barro, pintados en tela, en calendarios, invocando a los antiguos mayas y al moderno consumismo. Los hay imponentes, elegantes y también ridículos. Están esperando en su altar, cubiertos por una capa de polvo, acompañados por una cícada, planta del carbonífero, por una bola de obsidiana y una veladora. Al levantar la vista no puedo evitar fijarme en ellos. Esto no es solo un cuarto de estudio, es un santuario de figuritas endiabladas que quieren simbolizar quien sabe qué. En mi humilde opinión,  juntan mucha mugre, pero alcanzan a la perfección el altísimo arte de desconcentrarme.

Genoveva Pignataro
5 de febrero de 2013

04 enero 2012

Confieso que esperé

Cuando nos han dicho siempre lo que debemos y no debemos hacer
Cuando nos han condenado a sobrevivir alejadas de nosotras mismas,
elegir lo contrario a lo impuesto es difícil y subversivo.
Significa, aprender a transitar al revés y ponernos en el centro de la mirilla.
Lo cierto, es que somos cada vez más mujeres construyendo caminos alternativos
Cada una a su manera, con su propio reloj, en diversos espacios...

Confieso que esperé

Que se descongelara la noche
Que en mi puerto no atracara un solo barco
Que los duendes me regresaran las palabras
Esperé como miles de mujeres
En el anonimato
Con la triple jornada
El medio salario,
El jefe abusivo
El último puesto
Esperé
Con el enemigo en casa, la iglesia, la escuela, la calle
Con el corazón descalzo y arrugado de miedo
Angustia contenidas
Rabia e impotencia de sentirme barca a la deriva
Esperé
Rastreando las huellas y convocando la voz
de cientos de mujeres que escriben sus nombres con mayúscula
ESPERANZA GUADALUPE REINA FRANCISCA MARÍA JUANA
MARTA ISABELA AMANDA IXMUCANÉ CELIA DOMINGA LAURA
Obreras campesinas estudiantes profesionales
Madres trabajadoras artistas indígenas mestizas
Luchadoras rebeldes insumisas
Mujeres cansadas de esperar
recibir poco desatinadamente tarde
Esperé
Hasta sentir que ya no podía esperar más
Porque mi corazón fermentaba de emociones
Mi piel se empapó de nuevos vientos
Vientos que me mandaron girar
¡Giré... giré... giré... giré... giré...!
Hasta sentirme reencontrada con mi historia
Y la historia de este país que habito y me habita
Desde entonces:
Sueño con cometas llenos de caramelos
Con dragones que se abrazan
Con príncipes disfrazados de sapos
Desde entonces:
Transito este camino de cirios encendidos
Y me afirmo militante cotidiana del parlamento de mujertes proscritas
¡Que no callan!

NORA MURILLO (GUATEMALA) 

02 enero 2012

INTERMINABLES RAZONES

No me quedo
porque no quiero

No quiero
porque no puedo

No puedo
Porque se me cansaron los abrazos
Porque no siento mariposas
Porque tengo frío
Porque estoy agotada de lo mismo

¡ No me quedo!
¡ No quiero!
¡ No puedo!

Porque la alegría nos cerró sus ojos
Porque dejamos secar las flores
Porque la polilla votará este techo
Porque como ves, son interminables razones
justificando mi partida.

 Nora Murillo

01 octubre 2011

Eventos tallernauticos

Prsentación en la Feria del Libro Independiente


Presentación en la Biblioteca de San Cristóbal

En la Feria del Libro independiente- Tuxtla


06 agosto 2011


Bicéfala
de Jenny Gonzalez

Camina lento dice que está cansada
sabe que no está muerta.
No me cuesta seguirla
Carga el peso de mil años de ausencia
extiendo mis brazos para consolarla
y la atravieso de fondo…
sabe que muerta no está.
Recoge a su paso los trozos de sueños
que jirones la visten
cree que son gliters y polvo traslúcido
muerta no sabe que está.
Se imagina risa
viento que corre
beso robado
fuego que abrasa
muerta que no sabe está
y su risa es yermo
peñón infranqueable
antesala
ardor de témpano
camina lento dice que está cansada
no sabe que está muerta.

(sin título)
de gato borracho

Este yo extranjero,
asustado,
minusválido,
delicado, que escribe.
Sentado en este instante absurdo
en que te miro sin verte
tan derrumbado no frente a ti,
frente a ese tú que no está

Y detrás, ¿Por qué no decirlo?
lejos,
donde no llegas tú,
ni tu ausencia
donde no llega este país tan tuyo,
perdida entre huesos, neuronas y cartílagos,
está la satisfacción,
humilde pero mía,
de ser como siempre,
yo solo sin ti,
el que regresa.


Balada del perdedor
de Nora Murillo

Si ella hubiese callado
Fingido
Mentido
- tengo certeza -
estaría aún aquí
como un perro lamiendo sus heridas
Babearía sus horas
desesperado de mi mismo
Pero ¡gritó!
Vomitó en mi prepotente seguridad
Cantó nuestras verdades ocultas entre sábanas
y mi silenciosa misoginia se revolcó herida
Entonces
Sólo entonces
Salí de su madriguera
Con actitud de cordero mordido por una loba
Con la goma moral queda la cobardía
Ahora berreo derechos de autoría
de una partitura de amor que nunca fue mía.



Dos mundos o Palo borracho
de Genoveva Pignataro

Nos une
El maíz, recuerdo del pasado en receta italiana o mexica
El azul nos une, el café
Tortugas transoceánicas que predicen el futuro
Aroma seductor de la guayaba

Nos separan
Años, el dulce de leche, el mole
Unos centímetros separan tu boca de la mía
Los libros que aún no leí nos separan
Tus anteojos, mis miedos y una lista interminable de palabras

Nos une
Chiapas, su verde, tierra húmeda y raíz
Un mezcal, Tinta roja, Signos
A lo lejos se escucha el galope de caballos y nos invade su sudor
Vos pacífico, yo atlántica
En una caja de cristal o embestido por la violencia más primitiva
Nos unen mis circunstancias, tu azar y tus leyes, mis alas
Amantes, dos veces dos

Nos une y nos separa
La Ceiba, ese árbol borracho y ancestral que atraviesa los mundos

01 julio 2011

poemas inventos


Alacranalado
de Jenny Gonzalez
Ala danzarina Lobato
Lúvida  
levitosa
light
Levitas
horizontal y verticalmente
Lámpara luminosa
alevosa desciendes
Lívida
alada
lejana
Lánguida alada light
Elefante fluorescente
Alacrán.

Regeneración
De Genoveva Pignataro

Animal engendrador de locura
insaciable,
me devoras y escupes mi pellejo
me regeneras minuciosamente
una y otra vez
devoras, escupes, creas, me
me creas, escupes, devoras
regenerosamente
una y otra vez
bestiante, escrupuloso
animal engenerador
por vos soy este
manojo devorado de escupijos creativos.

Cojotenado en pena
De Nora Murillo

Te quedas coyote cojoteando
mientras la noche sin luciteriagas
se burlesca de tus pedomiedos
como que no sabes que al jugaritar
con mariposas dosquetristes te condenas
¡condenado!
A vivir como cojote en pena
Sufritiando amores
De esos, que te dejan azulado.

(Sin título) De Gatoborracho

Como un ciego
sin bastón ni lazarillo,
que te repta
langulando poco a poco
cada címetro redondo
y me pierdo
como idiócil
que no encuentra
el gramófono
de goma
que genmetea.
Tú finges que estás fingiendo
pero gimes sorprefacta
y yo incauto
sonrío en tu suburbio
de gárgolas engargantadas.


La miscelgoria del itropálogo 
De Ximena de Tavira
 
No sé.
La fántida tiene un cartiplano que estormece,
la bórdica muerde, pero me gusta tanto
y cómo se mueve la malvina pentetriz:
fagulan mis rapsos al sentir su rolta galva erguida,
aunque ninguna me insolquieta como la pequeña bo,
qué haré.
Si me dejo estormecer la fántida se colará en mis guespos
y puede que la bordiquilla se coma mis nalpes por la noche.
Si me inclino hacia la pentetriz…
no, eso sería gravísimo,
los vecinos se pondrían a blanmurar acerca de mi pasión por las mangordas.
Pero, ¿la pequeña bo?,
no sería justo, pobrecita,
mejor seguir burceando
aquí, ahora,
adentro de mi dulmarga soletud
grotéstica e infauna.